Llevaba tiempo con ganas de asistir al directo de Las Robertas, grupo proveniente de Costa Rica, aunque que por la música que hacen bien podrían haber nacido o haberse criado en Los Ángeles, Nueva York, o cualquier ciudad donde lo más habitual sea escuchar garage en cada una de sus esquinas. Llevan una semana girando por España y en Santander daban su último concierto en nuestro país, después de haber pasado entre otros lugares por el mismísimo Primavera Sound de Barcelona al que llegaron, en parte, gracias al poder de internet. Quizás el mejor lugar para verlas haya sido una sala con encanto como la Black Bird de Santander. Mi deseo fue colmado, hasta el extremo de llegar a sentirme tan bien, que ahora mismo no deseo nada más.
Abría la noche el grupo Reina Republicana formado, entre otros, por Israel (bajo), ex-Half Foot Outside, ex-bajo de los Planetas en su última gira por México, por Amaia (voz), que además también canta en el grupo Kokoshca. A la espera de que Limbo publique el primer disco del grupo, por ahora quien pretenda escucharles puede contentarse asistiendo a alguno de sus directos. Hacen pop luminoso que habla de amores desafortunados que tienden al desafecto. Destacó el intenso, de principio a fin, “Clonidina”, para terminar con el hit “La Reina” tema tan aclamado como cada una de las canciones del concierto que llegaría después.
En la puerta de la sala, Israel nos lo dejó muy claro que iban a tocar escasa media hora “porque tampoco tienen más” y “a lo que venía todo el mundo era a ver a Las Robertas”. Comentario éste que fue correspondido en la despedida final del concierto de las centroamericanas, agradeciendo al grupo de Pamplona su participación en la gira por España.
A continuación venía el plato fuerte de la noche. A Las Robertas, si les preguntas, en palabras de Merche (guitarra), suelen afirmar que hacen punk. Por el ritmo de sus conciertos a nadie le queda duda de ello, hasta el nombre de la banda procede de la fotógrafa Roberta Bayley que cuenta con una carrera relacionada con este ambiente. Canciones instantáneas llenas de inocencia pop que crean las voces entremezcladas de Montse (bajo) y Merche, fundiéndose finalmente entre el ruido de la guitarra y la intensidad de la batería de Franco Valenciano que fue por encima de cualquier otra cosa la sensación positiva más comentada en la sala. A las baquetas fue introduciendo uno a uno los trallazos que emanan de sus brazos, porque eso es lo que son en directo cada uno de los cortes del disco Cry Out Loud (2010) que se encargaron de repasar casi al completo. Sonaron entre otras “Ghost Lover”, “Ojos con Dientes” cantada en el idioma patrio, para llegar a “Back to the End” momento en que se intuía el final, entre el calor asfixiante que ni los múltiples ventiladores que poblaban la sala eran capaces de absorber, con todo el público esperando escuchar el “V For You” que al final no sonó, fue la única pega que se le puede poner a un concierto al que si tuviera que ponerle nota me atrevería a decir que progresó ruidosamente.
Jota Martínez
