Asombrado debe ser la palabra que estoy buscando. ¿Cómo debe ser la mente del artista inquieto? Aquel que puede deslizarse entre los géneros y saber brillar en cada uno de ellos. Y además participar en Eurovisión y no morir en el intento; a Sébastien Tellier no se le parece resistir nada. Con su quinto álbum de estudio, ‘Confection’ (Record Makers, 2013), la dirección transmuta en una obra de magnitudes clásicas.
Su amor por la electrónica de tintes funkies no es más que una coraza. Una que ahora ha cambiado por la de los instrumentos acústicos de madera y sudor: pianos, violines, baterías y guitarras en una simbiosis perfecta. La esencia en bruto de su música no dista tanto de cuando los sintetizadores reinaban las composiciones, pudiendo encontrar las mismas nociones ahora en ‘L’amour naissant II’ como en ‘Draw Your World’ de su anterior trabajo.
La influencia de la música de cámara clásica inunda el trabajo por completo. ‘Hypnose’ en su delicadeza se aprovecha tanto de ella como la intensidad de ‘Adieu’, despedida con la que abre majestuosamente el álbum. Así firma una mezcla poderosa de sutiles instrumentaciones de cuerda con la continuidad que aporta la sección rítmica de batería y bajo, conformando un álbum instrumental casi en su totalidad (salvo ‘L’amour naissant’) que rebasa los anteriores esfuerzos del artista francés.