¿Cuál es el género que cultivan Mogwai? Es una pregunta incómoda para ellos y fácil para nosotros. La era del post-rock ya terminó hace mucho tiempo, sólo quedan cenizas. Son las lágrimas de los nostálgicos las que convierten esas cenizas en algo tangible. Esta metáfora estúpida que parece sacada de un cuento gótico sólo quiere reflejar que no hay demasiados motivos para que los críticos califiquemos la música de esta banda escocesa como post-rock. Cuando la realidad es que sólo quieren probar sonidos, reproducir ambientes lánguidos y divertirse. Su último juego se titula ‘Rave Tapes’ (Rock Action Records /Sub Pop, 2014), diez canciones que componen un lienzo oscuro, agobiante e hipnótico.
Mogwai firma un álbum lleno de notas sublimes y movimientos musicales que son como agujeros negros. Su objetivo es atraparte en ‘Rave Tapes’ durante mucho tiempo. Y lo consiguen. ¡Vaya si lo consiguen! Todo comienza con ‘Heard About You Last Night’, un corte amable donde las guitarras construyen la tensión suficiente para atarnos a la melodía. Un tema blandito pero inquietante, suficiente para no escapar.
Y es poco después cuando aparecen los teclados. Dichosos teclados. Los muy fans de la banda se lo tomaron a la tremenda y hay que reconocerle a Mogwai que su terquedad a la hora de seguir incluyéndolos es la culpable de temas tan memorables como ‘Remurdered’, una canción negrísima y en un constante crescendo que te hará sudar. Acabarás agotado, pero esto no ha hecho más que empezar. Justo después un tornado de guitarras titulado ‘Hexon Bogon’ sacude el ánimo con brusquedad. ‘Deesh’, por ejemplo, es un pasaje con golpes de teclado perpetuos que junto a la batería incansable rompen la melodía a mitad de la canción para encarar un clímax de gustosa larga duración.
Cuando Mogwai es más Mogwai el disco se hace más pesado. Ya hemos oído canciones como ‘The Lord Is Out Of Control’ pero y aun así los escoceses siguen incomodando con la textura de ese sonido tan místico, o épico, o peliculero. ‘Rave Tapes’ es un álbum repleto de paisajes orquestales donde merece la pena sumergirse.