El concepto de grupos femeninos se ha visto demasiado maltrecho a base años de productos de marketing demasiado manipulables y demasiado insustanciales. Tenemos ejemplos muy recientes, como cierto dúo sueco que comparado con las hermanas Haim simplemente ni siquiera parece música. Este, Danielle y Alana proponen un álbum maduro sin sonar agotado, fresco pero sin ser infantil, conjugan perfectamente la ligereza de los momentos más bailables sin obligarte a dejar de tomarlas en serio.
Aúnan la música dance y el funk de finales de los 70 y 80 con el rock n’ roll de The Eagles o Fleetwood Mac, componiendo un trabajo coherente, conciso, elegante pero sin pomposidades y, sobre todo, cercano. Con ‘Honey & I’ llegan a conquistar la suavidad sureña del blues rock y secuestrarlo hacia sus propósitos y, sorprendentemente, funciona.
De alguna manera parecen jugar un papel más importante del que entiendes con el primer encontronazo. Cuando llegas a creer entenderlas, te das cuenta de que son un secreto eslabón perdido que conecta los indicios invisible que unen a Michael Jackson y Justin Timberlake y comprendes su evolución lógica a través de ellas y su ‘My Song 5’, mientras invocan el alma del rock clásico en sus más firmes raíces con ‘Let Me Go’. Una mezcla algo antagónica, pero que funciona a la perfección, más enfocada a la comercialización en ‘Days Are Gone’ (Polydor / Columbia Records, 2013) que en sus directos, donde la luz de los focos evoca todo el rock n’ roll que, aun así, siempre encuentra su lugar en el álbum.
Aunque Danielle Haim sea la voz principal con su profundo y grave tono, colmada de matices personales de calidad, todas las hermanas aportan sus voces a los arreglos generales, incluso como principales en ‘Falling’ o ‘The Wire’. Las líneas de guitarra gustan tanto de los entrecortados ritmos del funk como de los pesados riffs del oscuro blues rock que hace vibrar sus cuerdas, siempre acompañadas de bajos y baterías simples aunque contundentes, guías del ritmo de un trabajo en el que la percusión toma un cariz fundamental.
La autenticidad de sus temas desborda, su producción desprende la sed por innovar. Cuando tienes una voz propia no puedes esperar a expresarla y, sea el que sea el estilo por el que derive cada tema, sabe aproximarse de una manera fiel a un sonido único que engloba cada paso que dan las hermanas Haim.