En la enésima revisión de la música electrónica que encontramos este año podemos señalar a una pequeña banda de Baltimore, Future Islands, que presentaron su nuevo trabajo la semana pasada.
On the Water es el título del tercer disco de la banda liderada por Samuel Herring, una persona compleja, extraña, que es capaz de retorcer su voz sobre el dramatismo lírico de sus letras con una pasión inusitada, sorprendente. Si escuchamos In Evening Air encontramos una búsqueda sincera del camino que debemos seguir, del sentido de la vida; y es que Future Islands siempre se ha caracterizado por ese intento de aunar la majestuosidad de su discurso con unas melodías calidas, envolventes, que surgen de la mano del genial Gerrit Welmers.
Si bien podemos observar una clara evolución de la banda a partir de sus dos últimos trabajos: mientras que en In Evening Air nos enfrentamos a la fugacidad del tiempo a través de unos cortes más directos y naturales (Walkin Through That Door y Tin Man son canciones soberbias, con una gran calidad en el sonido y con un inspirado Herring que consigue ponernos los pelos de punta) en On The Water encontramos una búsqueda estética que represente el sentimiento de un ruptura amorosa, tema central de la obra.
El álbum comienza con la canción que le da título. En ella está la primera dosis del nuevo sonido de Future Islands: una caja rítmica descentrada, lenta, que en algunos momentos recuerda la lejanía de Stephen Morris, nos arrastra a la deriva junto con los vaivenes del órgano. Podríamos imaginarnos un entierro sobre un pequeño barco en medio el océano, donde no hay más escapatoria que enfrentarte al dolor. Un tema denso, que en ocasiones recuerda al desolador Hospice de The Antlers, pero sin llegar al nivel de los de Brooklyn.
En el segundo corte está Before the Bridge, en el que el bajo marca la dirección de la estructura sobre los colchones de teclado. Podemos decir que es una canción ligera, sin la pesada carga sonora a la que nos enfrentamos con los grupos que intentan encontrar su espacio dentro de ampulosas atmósferas que resultan muy aburridas, y es algo con lo que Future Islands corre un gran riesgo. Sin embargo, debemos decir que esta banda tiene la virtud de crear una relación directa con el post-punk de finales de los 70, donde The Fall, Wire, Human League e incluso New Order sirven de guía para alcanzar el camino que lleva a la eternidad. Esto se puede observar en la minimalista The Great Fire, donde la formación de Peter Hook está muy presente.
Where I Found You y Close to None se encuentran en ese punto en que su excesiva duración hace que pierdan la fuerza con la que podían enfrentarse al público. Su excesivo metraje resulta un poco anestesiante sobre las esculpidas letras de Samuel Herring, declarado admirador la banda Suicide, de la que encontramos muchos rasgos en la mayoría de los temas.
Ya al final está Balance, el corte más fugaz (no por duración) del disco, y del que agradecemos el crecimiento con el que rompemos el reposo de la parte central del álbum.
Y por último, debemos señalar Tybee Island como uno de nuestro temas favoritos por el minimalismo sentido del sonido de las olas bajo el sintetizador de Welmers, que da una calidez desconocida a la ondulante voz de un humanizado Herring que, desde muy lejos, en la orilla, nos muestra a Lou Reed.
THRILL JOCKEY[2011]
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Luis Fernández
