La inspiración puede llegar de cualquier parte, puede aparecer cada década o cada año, a veces es un misterio otras veces es algo tangible. No hace mucho, en abril de 2013, The Flaming Lips lanzaron ‘The Terror’ (Ella Union/Warner Bros, 2013), una prueba de que la psicodelia todavía tiene artesanos que la moldeen como se merece, y unos meses después gracias a una inspiradora colaboración en la película ‘El juego de Ender’ titulada ‘Assassin Beetle – The Dream Is Ending’ (el corte que cierra el disco) lanzan este EP de seis canciones, ‘Peace Sword’. Todas ellas inspiradas en la obra de Orson Scott en la que está basada la película. Todas ellas crecen entre sonidos futuristas, resplandecientes algunos y oscuros otros, y el resultado es conmovedor.
Los violines con los que comienza ‘Peace Sword (Open Your Heart)’ son un espejismo sonoro maravilloso que se adelantan a un viaje caleidoscópico que comienza como una alegre ensoñación y poco a poco va adquiriendo un sonido decadente muy en el tono de ese futuro distópico que describe Scott en su libro. Ese tiempo ficticio en el que la humanidad solo puede ser salvada de una invasión alienígena a través de niños soldados enganchados a los videojuegos ha obsesionado a al tipo de pelo enmarañado y uñas de colores. La voz de Wayne Coyne reverbera como un latido de un corazón metálico mientras los sintetizadores son toboganes hacia lo inevitable.
¿Y qué es lo inevitable? Un paisaje en el que los globos de colores que sobrevuelan en temas pasados explotan para dar paso a atmósferas más sucias y claustrofóbicas como ocurre en temas como ‘Think Like A Machine, Not A Boy’. La pieza más brillante del disco es ‘Assassin Beetle – The Dream Is Ending’, quizá porque es el origen de toda esa inspiración. El tema dura diez minutos y tanto el sintetizador, como la portentosa percusión y las cuerdas y la voz borrosa de Coyne componen un cierre maravilloso que supera toda la épica que se suponía que debería tener la película.