[dropcap type=»1″]A[/dropcap]ntes de grabar ‘Wonderful, Glorious’ (Vargant Records, 2013) Mark Oliver Everett se encerró con su banda en el estudio para sacar de su cabeza toda esa basura que se va acumulando con el paso de los años y que es tan difícil de quemar. Las malas decisiones, el veneno que un día inyectamos en una palabra que no debimos decir, las tormentas que nos empaparon cuando éramos críos, los padres que no fueron padres y las muertes que ocurrieron demasiado pronto. Fue tan duro el proceso de grabación que Everett tuvo que dejarlo.
Tras un disco y 73 conciertos por todo el mundo, Eels decidió volver a intentarlo. “Escuché lo que habíamos hecho y me sentí incómodo… pero no lo suficiente”. Eels, un hombre que se abraza al dolor muy a menudo, quiso ir más lejos. El resultado es este ‘The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett’ (Vagrant Records , 2014)que destierra todo el rock vigoroso y de alto voltaje de su anterior álbum. Everett inunda las melodías de sonidos orquestales, de chelos, violas y violines. De clarinetes, flautas y saxos. Y, como siempre, de letras henchidas en lágrimas.
El dolor quema en ‘A Swallow in the Sun’ donde la guitarra acompaña a la voz ronca de un hombre con mirada de niño que creció demasiado pronto para algunas cosas y demasiado tarde para otras. La melodía casi onírica de ‘Series of Misunderstandings’ devuelve el tono de aquel ‘Blinking Lights’ –el suyo y el nuestro-. La oscuridad más absoluta llega con ‘Dead Reckoning’, las cuerdas hacen de ella una canción tormentosa y obvia… pero punzante. Como todo este álbum sentimental y arrebatador que no parará de dar vueltas en tu cabeza y que te hará sentir tan incómodo como a Everett. Al menos si eres la mitad de humano que él.