En Brasil acaba de nacer un grupo con una psicodelia espontánea y brillante. Todo comenzó cuando dos tipos, Fernando Almeida y BenkeFerraz, se pusieron a grabar canciones en su sótano. Y aunque la abrumadora influencia de ‘Lonerism’ de Tame Impala pueda pesar demasiado, Boogarins, que así se llaman han alcanzado grandes cotas de maestría en esta especie de género cósmico donde el pop y el shoegaze abrillantan los colores dispersos por todo el álbum.
‘As Plantas Que Curam’ es el título de este debut. Las canciones brotan por debajo de la tierra como esas plantas de cartón piedra que copaban la mayoría de las ilustraciones musicales en los 70’. Cuando agarran la guitarra son capaces de inundar de melancolía sucia una canción llena de rasguños como ‘Erre’. Foxygen también tiene presencia en la parte más rock de este viaje, y ‘Paul’ es el ejemplo. El R&B descarado y contundente de esta canción es uno de los ejemplos que convierten este álbum humilde en la premonición de algo mucho más grande.
Las reflexiones de ‘Despreocupar’ acompañadas por unos sonidos tropicales es y una sinuosa voz le dan a uno unas terribles ganas de vivir. Pero vivir de verdad.
No estamos hablando del gran disco psicodélico del año, pero sin duda su a veces monotemática línea de melodías despunta con verdaderos obras de arte en construcción. En construcción porque este debut solo es un amago de lo que Boogarins pueden llegar a ser.